Las lesiones son una de las peores pesadillas de los corredores. No hay nada más frustrante que planear al detalle el programa de entrenamiento para una carrera y tener que pasar al ‘Plan B’ por culpa de una lesión. Los corredores podemos ser muy testarudos y la mitad de las veces, si algo nos duele un poco, seguimos corriendo sin más con la esperanza de que el dolor desaparezca. Para evitar lesionarse es crucial tener en cuenta ciertos consejos.
¡Esa no es la mejor forma de solucionar el problema!
Lesiones de Corredor | ¿Cómo Evitar Lesionarse?
¿Es molestia o lesión?
Ese dolor es una señal de alarma, ¡tu cuerpo está intentando decirte algo! Obviamente, sabes que el dolor significa que algo no va bien – pero una parte de ti quiere seguir corriendo. Es preferible tomarte un par de días con más calma y solucionar esa leve molestia que forzar y tener que parar durante 3 semanas. La mayoría de corredores que conozco no se sienten al 100% todo el tiempo, pero se trata de cansancio acumulado por los entrenos. Entrenar es duro y difícil, y si no fuese así, ¿qué sentido tendría?
Por lo tanto, es importante no confundir las piernas cansadas con una lesión – las agujetas son efecto del entrenamiento y desaparecerán con un par de días de rodaje suave/descanso.
Mi pesadilla: lesión de gemelo
La lesión más común que he sufrido es un gemelo tenso que empeora hasta convertirse en una rotura fibrilar en el gemelo. La tensión era soportable y podía correr, pero ¿era una buena idea?
Probablemente no. Si me hubiese dado un masaje y estirado bien seguramente, podría haber evitado la sesión. La tensión muscular se produce al competir o correr en pista con zapatillas ligeras, con menos amortiguación en la parte del talón. Entonces, el gemelo se estira más de lo normal y puede acabar en lesión. Si eres capaz de reconocer el problema y tomar las medidas preventivas necesarias, reducirás el riesgo de sufrir una lesión. Por esta razón, realizo ejercicios en el gimnasio que me ayuden a prevenir lesiones de este tipo.
Cómo Evitar Lesionarse
No voy al gimnasio para ganar volumen aunque sí que hago ejercicios con pesas. Mi objetivo en esas sesiones es prevenir lesiones y asegurarme de que mi cuerpo es lo suficientemente fuerte como para soportar los cientos de kilómetros que corro al mes. La fuerza es un factor muy importante dado el volumen de kilómetros y la intensidad de mis entrenamientos para el maratón.
Si sabes que tienes un punto débil en área determinada, consulta con un fisioterapeuta o especialista y obtén una segunda opinión. Siempre puedes realizarte un análisis de cuerpo completo con el que obtendrás información muy detallada sobre cualquier desequilibrio muscular y/o debilidad que tengas. En muchos casos, se corrige con sencillos ejercicios que puedes hacer en casa con tu propio peso, sin tener que pisar un gimnasio. Algo tan insignificante como un ligero desequilibrio en la cadera podría causar problemas en la rodilla, el gemelo y el pie. Si corres mucho (especialmente en el invierno) por carretera, debes saber que estás sometiendo a tus piernas a una tensión e impacto mayores.
El estado de tus zapatillas también es importante a la hora de evitar lesionarse. Es increíble la cantidad de gente que corre con la suela de las zapatillas desgastada. Unas zapatillas en mal estado no te van a proteger ante los impactos que sufre tu cuerpo con cada zancada que das en la carretera. Cuando te sea posible, corre en superficies más suaves, aunque sólo sea parte de tus entrenamientos.
¡Tus piernas te lo agradecerán!
Toma nota
El mejor consejo que puedo darte es que pares de correr si tienes alguna molestia y acudas a un fisioterapeuta o a un especialista en entrenamiento y acondicionamiento físico para que diagnostique el problema. Para reducir el riesgo de lesión, también puedes hacer cosas tan simples como estirar los músculos con un rodillo de espuma o mantenerte bien hidratado antes de una sesión de entrenamiento dura.
Traducido por Lee Grantham
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